Cada año, mientras el reloj avanza hacia la medianoche del 31 de diciembre, La Plata se sumerge en una tradición única que ilumina sus calles y despierta la alegría de chicos y grandes. Se trata de la “Quema de Muñecos», un evento que no se limita a un solo rincón de la ciudad, sino que se despliega en cada barrio, tejiendo una red de magia y tradición.
¿De qué se trata la famosa Quema de Momos?
Según se conoce, la chispa de esta festividad tiene sus raíces en la antigua Grecia y simboliza el adiós a lo negativo y la bienvenida a nuevas energías.
Esta celebración platense tiene al menos 66 años de historia. El primer «momo» que encendió esta tradición en 1956 rindió homenaje a los campeones de fútbol de la temporada, en la esquina del bar-almacén Los Obreros. Desde entonces, la llama se ha transmitido a través de generaciones.
Después del brindis y los abrazos de fin de año, los platenses salen corriendo hacia el «momo» más cercano, ansiosos por presenciar el espectáculo de llamas que marca el inicio del nuevo año.
En los años 90, comenzaron los concursos, premiando a los mejores muñecos y convirtiendo esta festividad en una competencia artística.
Estos muñecos son creados sobre estructuras de madera, hierro y alambre. Los personajes infantiles, figuras deportivas, y hasta representaciones políticas se plasman en papel maché.
Así que, si planeás visitar La Plata a fin de año podés hospedarte en alguno de los principales hoteles de la ciudad, como el Hotel Dazzler by Wyndham La Plata, y disfrutar de esta fascinante tradición que simboliza el renacer de esperanzas y sueños para el nuevo año.